El
pasado curso 2012/2013 recibimos, en los colegios Purísima Concepción
(Las Nieves) y Medalla Milagrosa de Ávila, dirigidos por las Hijas de la
Caridad de San Vicente de Paúl, la noticia de la fusión de los dos
centros. Con esta noticia se inició un proyecto nuevo, una aventura
apasionante que exigía de toda la Comunidad Educativa poner lo mejor de
cada uno para comenzar a caminar juntos. Y nos pusimos “a contar
estrellas” como Abraham... Descubrimos muchas:
~ La
estrella de la historia de nuestros dos colegios centenarios, dos
itinerarios que confluyen en un camino común para dirigirnos al futuro,
potenciando la educación integral de nuestros alumnos, transmitiendo el
carisma vicenciano con más fuerza.
~ La
estrella de una amplia oferta educativa para las familias, que abarca
desde Educación Infantil hasta Bachillerato y un P.C.P.I., favoreciendo
la coordinación pedagógica entre todas las etapas.
~ La estrella de la innovación educativa con la implantación de nuevas metodologías ya iniciada en los dos centros
~ La
estrella de la apuesta por el aprendizaje de los idiomas que tras la
fusión de los centros brilla más, al fortalecerse la secciones bilingües
de Primaria y Secundaria y compartir los proyectos que ya se realizaban
en cada colegio.
~ La estrella de la novedad que provoca ilusión, que desinstala y nos pone en búsqueda, que demanda creatividad e imaginación.
Al
finalizar el curso ya habíamos recibido un nombre nuevo: Colegio
Milagrosa – Las Nieves y todos los trámites administrativos estaban
hechos, la promesa, el sueño se estaban haciendo realidad. El día 11 de
junio salía publicada en el B.O.C.yL. la autorización del nuevo centro,
oficialmente, el día 1 de septiembre de 2013 comenzaba una nueva etapa
de la historia de los colegios vicencianos en Ávila.
El
día 28 de junio quisimos celebrar este acontecimiento, lo hicimos con
una eucaristía en la Iglesia del Convento de San José, lugar emblemático
pues allí inició su reforma Santa Teresa de Jesús. Lugar de comienzos,
por tanto, de conversión a lo esencial, de sencillez y alegría.
Iniciamos la celebración de manera muy simbólica. Una antorcha partió
del colegio Purísima Concepción y otra de Medalla Milagrosa, ambas
llevadas por alumnos de cada centro acompañados por las directoras.
Estas simbolizaban la luz transmitida en ambos colegios durante
generaciones. Las dos antorchas llegaron juntas al pie del Altar y con
ellas se encendió un pebetero en el que ya ardía una única llama. Esta
llama, alimentada con la eucaristía, sigue hoy brillando, sigue
calentando nuestros corazones e iluminando nuestros pasos.
Hoy,
tras un comienzo de curso muy intenso, seguimos ilusionados con este
proyecto, buscando cada día el diálogo que nos permita discernir y hacer
opciones, que nos ayude a renunciar a lo propio de cada uno para elegir
lo que brota de la reflexión conjunta, disfrutando de la riqueza de
abrirnos a la visión del otro para construir nuevas sendas. Como Abraham
vemos cumplida la promesa: en los rostros alegres de nuestros alumnos,
pequeños y grandes, en el esfuerzo diario de cada docente que prepara
con entusiasmo clases y actividades para sus chicos, en los detalles del
personal no docente atento a cualquier necesidad que pueda surgir, en
la satisfacción de las familias que apoyan este proyecto común, en la
participación en la vida del centro de las dos Comunidades de Hermanas.
Gracias a todos…sigamos contando estrellas.
Sor Esther López Aguado
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